... A los quince años, aún creía estar enamorada del amigo de mi hermano, este príncipe azul era cinco años mayor que yo, alma de comerciante, todo lo quería vender. Llevaba 5 años suspirando al cielo por él, esperando mi momento, el que casi llegó en varias ocasiones, como esa vez que llegué tarde a misa (cuando eso pasaba te quedabas de pie al final de la iglesia), y
coincidentemente él quedó justo frente de mí yyyyyyy, me miró una vez!!!! o cuando fuimos al cine a ver E.T. y CASI se sienta a mi lado, mi hermano se sentó en medio... o la vez que por poco me saca a bailar una canción de Culture Club que me encantaba, se debe haber confundido porque sacó a la niña que estaba a mi lado... Bueno como esos ejemplos hay muchos más que clarifican mi talento innato para desaprovechar las evidentes oportunidades que tuve con él... Pero un amor platónico, no era lo míooo!! así que cambié mi estrategia, ya no seguiría enamorada del amigo de mi hermano, ahora me enamoraría de... otro amigo de mi hermano.
Con este la cosa no fue taaan platónica, nos dimos unos besitos, pero él quería a otra chica, me lo dijo al día siguiente, lo peor es que esa chica era mi mejor amiga en esos años... qué puedo decir, me rompió el corazón; pero la vida es una carretera de doble vía y para cuando él se arrepintió de haber dejado pasar a tremendo bombón (jeje) y me pidió pololeo, yo ya estaba en otra... Mi hombre de los ojitos tristes había aparecido...
